Esperanza...

domingo, 16 de septiembre de 2012




Bienvenido…me alegra ver tu cara de nuevo.

Siento de todo corazón que hayas tenido que navegar en mi ausencia por ese mar de inseguridades y miedo totalmente solo, mas he de decir que no ha sido por voluntad propia.

Siempre he navegado en mi humilde barco de los ideales y los sueños, con las velas ondeando por la brisa de mis versos, mientras la luz de la esperanza iluminaba el funesto sendero del entendimiento.

Esas aguas, hasta ahora claras y apacibles, me han llevado ha los lugares mas recónditos de mi ser, y bajo la atenta mirada de las estrellas, he logrado esclarecer todo aquello que me atormentaba.

Un día, el viento cambio de dirección y trajo consigo un extraño sentimiento. El cielo se oscurecía mientras el agua turbia se volvía. Mire en todas direcciones y tras mis ojos inexpresivos se desató el miedo, al presenciar, la génesis de la destrucción.

Se oían los lamentos de los olvidados mientras una tempestad de dimensiones titánicas se acercaba rápidamente hacia mí.

Con la conciencia perdida en las tinieblas de mi pasado, contemplaba todo el dolor que había en mí, toda la tristeza, todos los sentimientos perdidos…

La vorágine escupía mis miedos, mis defectos, mi tristeza olvidada… Mi felicidad y niñez se alejaron de mi cuerpo y vi como una ola de odio partía el casco entero.

Mientras me precipitaba al abismo oceánico, recordé a mi familia, mis amigos y sobretodo a ti. Ya sentía la decepción en vuestros lejanos corazones, sin poder evitarlo, se deslizo por mi mejilla una lágrima de dolor que se fundía al instante en ese mar de agonía.

Mi corazón violado latía cada vez más lentamente y mis parpados dejaban que la nada lo invadiera todo.

Sin previo aviso, cuando la esperanza dejaba mi cuerpo atrás, cuando me había convertido en un títere inerte sin más corazón que el recuerdo y el hueco que este dejo… apareció ante mí, con la luz de la esperanza en su mirada. Era ella. Como una sirena se mostró ante mí y con una sonrisa suya, todo cambio.

Sus ojos eran esperanza y su sonrisa eran mis sueños renacidos. Note como mi corazón volvía a latir con una fuerza nunca vista.

Mis ojos se abrieron de golpe al entenderlo, al comprender que lo que creía imposible había ocurrido, la tormenta que me había hundido desapareció junto a mi soledad, ese sentimiento que estaba tan arraigado en mi, que siempre me había hecho caer.

La había encontrado…era ella… La Rosa.

Solo con estar junto a ella, todos mis problemas desaparecen, no puedo perderla, ahora no, solo quiero hacerla feliz y conseguir que sonría, ya que cuando lo hace mi mundo, para durante unos segundos y solo estamos ella y yo.

No existe nadie, solo ella
Nadie me entendía, ella lo hace
No me sentía especial, para ella lo soy todo.

Emerjo del mar, con un semblante distinto, una sonrisa dibujada en mi rostro, una sonrisa sincera...

Mientras camino por la playa se ve en mi mirada algo distinto.
Algo ha muerto y ha nacido en su lugar.

Ya no hay soledad, solo amor…


[VII] "Una sonrisa que para el mundo"

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