Retazos...

domingo, 20 de noviembre de 2011

The Other Promise - Yoko Shimomura



Puedo cerrar los ojos, taparme los oídos y gritar hasta quedarme afónico, pero no sirve de nada.
Implacablemente todos los recuerdos vuelven a mi, como una corriente de aire que te recorre el espinazo. Como un relámpago que cruza de súbito el cielo y estalla en un haz de color, un destello fugaz que te ciega, que te deslumbra, que te infunde tanta luz que no eres capaz de soportarla...

No puedo escapar de sus sombras, de sus siluetas, de sus sonrisas y sus miradas. Siempre vuelven cuando menos te lo esperas. Una patada del pasado en la boca del estómago que me obliga a toser mis más dulces recuerdos.
Mis más preciados tesoros, aquellos que guardo con sumo recelo, son también los que me hacen llorar por dentro, derritiéndome las entrañas y destrozando mi entereza.

No puedo evitarlo, están por todas partes, acechando en las esquinas, vigilando desde las alturas, apostadas en cada lugar y cada palabra, como una lluvia puntual que te cala hasta los huesos y te resfría hasta el alma.

Momentos implacables que se repiten sin cesar, objetos y melodías que almacenan todo tipo de recuerdos. Todo, absolutamente todo sigue latiendo, lenta pero incesablemente, leve pero dolorosamente, triste y amargamente.

El robo para el compromiso, el odiado pelo rojizo, la revelación tras los vesubios, la oscuridad sobre el edificio desnudo, la sinceridad escrita en tinta de violeta, el viaje sin sentido que me enorgullece, la vil traición que me consume, el dulce helado antes de la tormenta...

Todos y cada uno de ellos guardan sus inolvidables momentos, sus irrepetibles placeres, sus irremediables fracasos, sus odiosas ilusiones y sus tristes decepciones.

Pero ya no se que debo hacer. Mi historia recoge demasiadas desfachateces que no se como reparar, como remediar, como enmendar.

Ojala me aguarde un buen castigo a la vuelta de la esquina para que todo quede limpio y pulcro, para poder caminar sin más pesos en la espalda.
Ojala me caiga ese rayo que tantas veces he jurado que me partiría en dos...

[#376] Como dijo el gran sabina: No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió

2 comentarios:

Laura Martínez dijo...

Menuda pasada de texto!

Gedoxis dijo...

Gracias ^^ Se hace lo que se puede.

Desde el 16-2-2010 a las 21:56 Contadores Web
Silencestones.blogspot.com/ Contador Web
Whereistherose.blogspot.com/ Contadores Web

Gedoxis ©