Objetos...

Al fin y al cabo eso somos: objetos...

Sin querer o no, nos dejamos manipular, o simplemente no nos damos cuenta, y os lo dice el primer defensor del anticonformismo y creo que esto necesita un pequeño paréntesis: los de arriba quieren que seamos conformistas, que no nos quejemos y que obedezcamos, por eso nos hacen ver que quien va a contracorriente del sistema, y en cierto modo no se deja manipular por el, esta mal visto, por eso, si no te gusta algo dilo, por que para eso estamos, para ser inconformistas, entonces el poder volverá al pueblo...

Después de esta lección un tanto reivindicativa y para los extremistas revolucionaria, me gustaría seguir con el asunto (el cual he nombrado en mi paréntesis), la manipulación. Y es que en ocasiones, no es manipular, si no reconducir, a gusto del digamos "conductor". Puede que lo haga bien, o por el contrario mal, pero se hace.

Seguramente hayáis entendido entre poco y nada, pero como dige en anteriores entradas, lo mio es puro egoísmo, y uso este blog como descarga, una espécie de psicólogo. Bien, siguiendo con el asunto, he de decir que me siento bastante hipócrita ya que acabo de decir que no nos debemos dejar manipular por el sistema, pero en cierto modo tampoco esta del todo mal, que en un ambiente un tanto más familiar nos "redireccionemos" unos a otros, ya que en ocasiones nos hace mejorar como personas, en cambio, en otras ocasiones corrompe las mentes y saca lo peor de cada uno, para que al final, solo quede un objeto individual...

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